La solidaridad en regla.

Todo evento solidario debe cumplir las mismas normas de los que no lo son.
Hace unos días, mientras paseaba por un parque con mis niños, leí un cartel que decía: torta frita a beneficio de XXX y la verdad que era ideal para acompañar los mates del domingo.
Después de esperar que llegara mi demorado turno no solo por la cola sino que también por la desorganización y los amigos que atendían antes que a mi, me encontré frente al grupo solidario… gente que en vez de disfrutar el día en forma distinta estaba transpirando para hacer unos pesos en favor de la institución… es realmente digno de destacar.
Pero cualquiera agarraba la masa y la tiraba en la grasa, el lugar no daba la sensación de estar limpio y las moscas… eras miles… un panorama muy desagradable.
Si cualquier privado quisiera comerciar en las mismas condiciones, no dudo sería multado y clausurado.
Hace unas semanas, en Uruguay, en un programa de televisión a beneficio de un hospital, donde participaba hasta el intendente del lugar, debido a la falta de rigurosidad con las medidas de seguridad ocurrió una tragedia donde hasta hubo muertos.
Si el marco fuera otro donde la excusa no fuera la solidaridad terminan todos presos… hasta el intendente, que estaba allí convalidando la precariedad del evento.
Podría escribir líneas y líneas de ejemplos que me llevarían a la misma conclusión:
Podemos quitar aranceles, impuestos y demás tributos, inclusive facilitar profesionales, pero las normas están hechas para ser cumplidas, los legisladores de todos los ámbitos las promulgaron porque son necesarias y si no estamos deacuerdo luchemos para modificarlas pero que sea solidario no da derecho a obviarlas o infringirlas.