Hacia tiempo que en los pasillos de la rosada se hablaba del probable reemplazo del Ministro de Economía. La semana pasada ocurrió algo que se podía leer como que Kirchner ya había tomado la decisión: En el encuentro con los popes de la construcción Lavagna denunció una cartelización de los precios de la obra pública. Es decir, acusó a los constructores de acordar las licitaciones, teniendo el estado que pagar mucho más de lo que debería. No era algo muy distinto a las embestidas hechas contra quienes manejan el precio del cemento, el combustible o los alimentos. Estaba dentro de la lógica estatal de estos tiempos, preocupada en contener la inflación a cualquier costo.
Cual era el dato entonces? Simple, no solo se lo dijo en la cara a los empresarios de la construcción, sino que también al Ministro de Planificación Julio de Vido… responsable de los fondos de la obra pública y quien debe controlar estas cuestiones. Fue algo así como descargar toda una artillería de petardos y bengalas dentro de un velorio.
Después de eso el presidente dijo estar contento por que “a nuestros empresarios les va bien” y que “forman parte de la columna vertebral” de la recuperación económica, el jefe de la CGT, Hugo Moyano, y el piquetero D´Elia (muy cercanos al presidente) cuestionaron con dureza al Ministro. En cambio representantes opositores como el Socialista Binner y el Radical Katz elogiaron su gestión. Hasta Elisa Carrió dijo que “Lavagna sabe de la corrupción en el ministerio de planificación”.
Por que paso lo que paso?
Porque el cambio se venia y Lavagna se quería ir por la puerta grande dejando intactas sus posibilidades electorales y sembrando, en el inconciente colectivo, la idea de que lo sacan por ser tan bueno… el hombre que llego a denunciar cosas turbias en el ceno del gobierno.
Desde economía se trabajaba hace tiempo con piloto automático… recaudar y recaudar manteniendo índices notables, pero sin ninguna medida estridente. Un ministro más bien ortodoxo proclive a acordar con el FMI, no pelear con accionistas que quedaron fuera del canje de deuda y que no esta deacuerdo con la amenaza de salirse del fondo.
Alguien que en algún momento llego a contradecir al presidente cada vez que se encontraba con economistas del mundo, mientras aquí se aseguraba patearíamos el tablero él bajaba el tono y se comportaba condescendiente con ellos.
Roberto Lavagna, Ministro de economía de la Nación será reemplazado por Felisa Miceli, actual presidente del Banco Nación… aquella que aseguro que la seguridad del banco era inviolable poco después de haber sido saqueadas cajas de seguridad en una de sus sucursales con la complicidad de empleados del banco.
Esta misma mujer afirmó hace no mucho tiempo que “Prefiero el movimiento de un poco de inflación a la tranquilidad de los cementerios”. Lo que significa toda una definición para el próximo año en el que se espera la inflación sea alta.
Con este cambio Kirchner pone a una incondicional que le permitirá hacer y deshacer… meter mano a gusto en la economía.
Veremos con el tiempo que es mejor, el piloto automático o los dedos en el enchufe.